miércoles, 16 de noviembre de 2011

"La Sirenita", Encarna Vegara (Jacarilla).


Érase que era, una niña muy pobre que vivía en una casita cerca de una estación de tren. Su único juego era ir a la estación a escuchar las conversaciones de los viajeros, les oía hablar del mar, a lo que la niña pensaba: “¿qué será eso?”

Un día preguntó a un viajero: “¿me explicarías que es el mar?”. El viajero le dijo que era una inmensidad de agua, que había que cruzarla en barco y que a media noche se oía el canto de las sirenas.

La niña soñaba con el mar, se obsesionó de tal forma que, un día, se subió al tren y fue en su busca. Llegó a media noche, había luna llena. La niña quedó maravillada al ver, por primera vez, el mar. Se sentó en la orilla a esperó a oír el canto de las sirenas. Se quedó dormida. Cuando despertó se vio rodeada de pequeños pececillos, la niña les preguntó: “¿qué queréis?”, “que te vengas con nosotros al fondo del mar para ser nuestra sirena”, le contestaron los pececillos. La niña se puso contentísima, pero de pronto quedó muy triste y dijo: “no puedo, pues no sé nadar”. Los pececillos le mostraron unas aletas, “toma, póntelas y vallamos al fondo del mar”, dijeron. La niña se las puso y con los pececillos se adentró en el mar. Ahora es la reina de los pececillos, la sirenita que canta por la madrugada.

Pescadores, no pesquéis a los pececillos que no tienen la edad, dejadlos crecer y que disfruten de la sirenita que encontraron a orillas del mar. Colorín colorado, este cuento se ha terminado.

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