LA NAVIDAD Y EL DUELO
No cabe duda que la navidad es una de las épocas más
entrañables del año. Son fechas especiales, donde personas adultas y más
jóvenes disfrutan con acontecimientos especiales.
Son celebraciones muy familiares y tradicionales.
Las personas mayores pueden vivir estas fechas de modos muy
diferentes. Por un lado pueden sentir la felicidad de reencontrarse con
familiares y amistades, vivir días de sentimientos de soledad si no tienen la
compañía de sus seres queridos, o incluso sentir nostalgia por tiempos pasados.
Otra de las sensaciones habituales de las personas mayores
en estos días es el sentimiento de duelo o de ausencia de personas cercanas que
han fallecido en el pasado o incluso que se encuentran lejos y no pueden verse
en persona.
El duelo es una sensación natural y normal por el que hay
que atravesar en ciertos momentos, y no existen fórmulas mágicas para superarlo
o aliviarlo.
Psicológicamente se habla de 5 fases de duelo:
1.
La negación: no queremos asumir la realidad para
evitar el dolor.
2.
La ira: aparece la frustración, el rechazo
frontal a la situación.
3.
La negociación: se intenta llegar a un punto
medio en el que, a pesar de reconocer la situación, todavía podamos seguir el
contacto-recuerdo con la persona ausente.
4.
La depresión: Es cuando nos dejamos llevar por
la emoción de la tristeza, empezamos a asumir lo que ha ocurrido y caemos en
una etapa dolorosa.
5.
Y finalmente la aceptación: Resiliencia, y
aprender a vivir con la ausencia de la persona.
Pero se ha demostrado que estas fases son orientativas y
que, cada persona, puede llevar el proceso de duelo de una manera diferente. Y
todas son válidas.
La realidad es que cada persona tiene su propia forma de
ser, y de enfrentarse a las cosas. Es habitual que las personas de alrededor,
con la mejor de las intenciones, traten de dar instrucciones o dar pistas de
cómo debería comportarse la persona que siente la pérdida. Esto es un error.
A continuación mostramos algunos consejos para poder
sobrellevar lo mejor posible estas situaciones, que esperamos puedan servir de
orientación, tanto a las personas afectadas como a las personas de alrededor:
·
Lo primero de todo, asumir la situación,
identificar y reconocer los sentimientos que nos abordan en cada momento. Es
mejor dejarlos salir, no cohibirlos.
·
No juzgues tus emociones, ni te enfades contigo
mismo/a.
·
Habla, exprésate. Las personas de tu alrededor
te van a escuchar. El simple hecho de exteriorizar lo que sientes ayudará en el
proceso de superación o sanación.
·
Date un tiempo para el recuerdo pero no debes
detener tu vida. Son días especiales, intenta aprovecharlos para evadirte a
ratos.
·
Aunque no te apetezca hacer cosas o quieras
estar solo/a, no es la mejor opción.
·
Busca momentos agradables rodeados de personas
de tu entorno que te hagan sentir querida/o.
·
Practica una buena gestión emocional: recuerda
en positivo a la persona ausente, revisa fotos, practica relajaciones,
escríbele una carta, hazle un recordatorio, etc.