sábado, 29 de mayo de 2021

¡Ponte a prueba! Ejercicio de memorización

 

En esta entrada vamos a hablar un poco de la memoria y vamos a proponer un ejercicio de memorización de los que hacemos en la Escuela de Mayores.

La memoria es un conjunto de sistemas más o menos independientes que en cada persona sirven para algo diferente. Estos sistemas han ido surgiendo durante la evolución en momentos distintos.

Hay 3 elementos imprescindibles en la memoria:

  1. Registro de información - codificación
  2. Retención o almacenamiento
  3. Recuperación o uso de la información

La codificación es un proceso necesario para el almacenamiento útil de la información ordenada.

No es un proceso literal, de hecho, podemos tener recuerdos distorsionados de la realidad.

Dependiendo de la tarea requerida, se presta atención a un aspecto del estímulo o a otro, haciendo que este sea codificado de diferentes maneras.

 

La retención es el segundo gran momento en el proceso de memorización. El tiempo que dura puede variar desde unos segundos hasta décadas, en función de si el elemento está almacenado en la memoria a corto o a largo plazo.

Por último, la recuperación se produce cuando algún estímulo nos trae recuerdos. Esto puede ocurrir de manera espontánea. En esos casos no suele ser difícil encontrar la conexión entre elementos, suele ser porque hemos dado con una clave de recuperación y a este proceso se le llama recuerdo involuntario. Pero también podemos recuperar recuerdos de manera voluntaria, fruto de un proceso activo de búsqueda.

Y ahora, proponemos el siguiente ejercicio. Observa la siguiente imagen durante 45 segundos:

 

 


A continuación, tapa la imagen e intenta recordar todos los elementos que puedas (puedes escribirlos en un papel). Comprueba cuántos has sido capaz de recordar. 

¿Cómo ha ido?

Puedes volver a intentar recordarlos pasado un tiempo o pasados varios días. Y siempre puedes practicar para mejorar y ser capaz de recordar más elementos seguidos.

Recuerda: ¡la práctica continuada es eficaz para el entrenamiento de la memoria!

lunes, 10 de mayo de 2021

Hablamos del Deterioro Cognitivo Leve

 

Deterioro cognitivo leve

 

Una de las principales funciones de la Escuela de Mayores es la prevención del deterioro cognitivo, pero, ¿qué sabemos de él?

 ¿Alguna vez te ha costado mucho recordar el nombre de alguien a quien conoces? ¿Se te olvidan varias cosas de la lista de la compra y tienes que volver a por ellas? ¿Tienes dificultad para recordar qué has hecho esa misma mañana u olvidas acudir a citas importantes? No te preocupes, son cosas muy frecuentes que nos pasan a todos, pero pueden llegar a indicar que algo más ocurre. Para poder distinguir si se trata de un despiste o de lo que se conoce como deterioro cognitivo leve, primero tendremos que saber qué es este último.










 El deterioro cognitivo leve supone una disminución del rendimiento en una o varias de las siguientes áreas:

         Memoria

         Atención

         Funciones ejecutivas

         Aprendizaje

         Lenguaje

         Habilidad perceptual motora

         Cognición social

Todo esto puede percibirlo la propia persona, alguien cercano a él o un profesional.

Aunque en el caso de un deterioro leve, la autonomía no tiene por qué verse comprometida, se recomienda prestar atención a todos los posibles signos de alerta de manera que sea posible prevenir el avance del deterioro.

Para ello, se ofrecen a continuación 10 claves para detectar el deterioro cognitivo leve:

 

  1. Repetir una pregunta varias veces no siempre es preocupante, pero cuando ni siquiera recordamos haberla hecho a los poco segundos o minutos, debemos empezar a prestar atención a lo que nos ocurre.
  2. De la misma manera, cuando no podemos hacer varias tareas a la vez que antes sí éramos capaces  desarrollar, sería recomendable empezar a fijarnos más.
  3. Que cada vez nos cueste más tiempo y esfuerzo tomar una decisión o resolver un problema puede ser otra clave.
  4. Un cambio en el estado de ánimo: aumento de síntomas ansiosos o depresivos, mayor tendencia a mostrarnos irritables o apáticos.
  5. Que haya algún cambio en los patrones de sueño, como que aumente la frecuencia con la que nos despertamos por la noche.
  6. Cambios en los hábitos de ocio o lectura.
  7. Que nos cueste mantener el hilo  de una conversación, película o historia.
  8. Si comienzas a olvidar cómo llegar a sitios conocidos o cuyo camino te sabes de memoria.
  9. El hecho de que tengamos cada vez más dificultades para encontrar las palabras adecuadas en determinados momentos.
  10. Si encontramos que disminuye nuestro juicio a la hora de resolver situaciones cotidianas o que nos ocurran en un momento dado.

 Desde la Escuela de Mayores intentamos trabajar en todas las áreas para poder prevenir, retrasar o ralentizar el deterioro cognitivo.