jueves, 26 de enero de 2012

Chistes.

REDOVÁN:
Es un cuento de pan y pimiento, que fue a cagar y se cayó dentro.
Carmen Corpas.

Iban a inaugurar un colegio en Madrid y estaba presente su majestad, el rey. Pasaban dos monjas caminando para allá y para acá, mientras se santiguaban todo el rato.
Dice el rey.
Hermanas, yo quisiera saber qué dicen cada vez que se presignan.
Le contestan las monjas:
-Cabeza de ajo, los dos melones y el cepillo.
María Zaragoza Hernández.

SAN MIGUEL DE SALINAS:
Había una reina que era coja y nadie se atrevía a decírselo. Un día, retaron a Quevedo.
Éste cogió unas rosas, llegó a la reina y le dijo: “Majestad, usted escoja”.
Carmen Villena.

"Fragmentos de nuestra vida", Redován.

En Redován no había teatro y teníamos que ir a Orihuela. Una noche, mi madre nos dijo “arreglaos que nos vamos al teatro, que ha venido Marcos Redondo”. Los cinco hermanos nos pusimos muy contentos, mi padre arregló el carro, montamos y nos fuimos a Orihuela. En el teatro me asusté cuando salieron los artistas y me quería salir. Mis hermanos me dieron un tirón y me sentaron. La obra se titulaba “El cantar del arriero”. Me gustó mucho y ahora voy al teatro siempre que puedo.
Cándida.

Este año pasé la Nochebuena en casa de mi hijo y mi nuera, con sus padres, hermanos, el resto de mis hijos, mi esposo y yo. En total fuimos 26 y lo pasamos muy bien. Cenamos entremeses, un poco de marisco, cordero a la brasa, de postre melón y piña y después dulces, turrón y cava.
Fina Hernández.

El día antes de hacer mi primera comunión, en la víspera de San José, mi madre hizo de cenar migas de pan saladas. Antes de irme a dormir bebí mucha agua, porque a partir de las doce de la noche ya no podía tomar nada (antes se comulgaba en ayunas).
Fui a comulgar a Orihuela y cuando volvía con mi madre por la orilla de la Escorrata (un camino de campo por el que antes se iba de Redován a Orihuela), tuve que entrar a una casa a beber agua y cogí dátiles que se caían de las palmeras porque estaba muerta de hambre y tenía mucha sed.
Fina Ballesta.

Cuando era pequeña, mi madre me mandaba a quedarme con mi abuela a dormir. Como vivíamos en la huerta, me mandaban a Redován a media tarde, pero como era muy temprano, yo me quedaba jugando con mis amigos. Siempre llegaba tarde y mi abuela me regañaba.
Adelaida Sánchez.

Soy de Benferri , me casé muy joven, un 29 de agosto. Fui muy feliz, tuvimos cuatro soles, pero un cuatro de abril del 95 se fueron mis ilusiones.
Hoy en día soy una persona mayor, estoy en la Escuela de Mayores y doy gracias a las personas que hacen posible que los mayores podamos tener todas estas actividades.
Josefa Galiana.

Cuando éramos pequeños mi hermano y yo, mi madre colgaba del techo la cesta de pan. Un día, cuando mi madre se fue a trabajar, empezamos a tirarle piedras a la cesta hasta que se cayó. Nos comimos el pan que teníamos para toda la semana y mi madre se enfadó mucho.
Carmen Corpas.

Me llamo Maruja Zaragoza, vivo en Redován y fui muy feliz. Pero en noviembre del 97 perdí toda la alegría, se fue mi compañía. Me quedé con mis tres hijos y dos nietas, lo pasamos lo mejor que podemos. Hoy en día soy una persona mayor y vivo con mi hijo menor.
Maruja Zaragoza.

En las fiestas de Redován del 2004 salí de reina y lo pasé muy bien. Se hacen cosas de antes, como zapatillas, malla (juntar tiras de cáñamo) y soga (trenza hecha con tiras de cáñamo). Antiguamente, en Redován se sembraba cáñamo. En las fiestas, soltaban una vaquilla y este año lo han vuelto a hacer en una plaza de toros prefabricada.
Josefa Heredia.

En el mes de diciembre fui a Madrid. Me quedé maravillada, todas las luces encendidas. Había tres señores con la cabeza de monstruos encima de una mesa. Me acerqué y una de las cabezas se levantó y me dio un susto tremendo. Toda la gente que había se partió de risa.
En Redován tenemos una sierra preciosa, con su ermita y las vistas del pueblo. Pero me preocupa que no seamos aseados. Cuando subo algunas veces y veo la suciedad que dejan los jóvenes me da mucha pena. Hay que decirlo para que seamos conscientes y respetemos los lugares de ocio.
Vicenta Escudero.

En el año 1961, el día de la fiesta estuve en la barraca “La Gramaera”, que hicieron un concurso de baile y lo pasamos muy bien. Luego nos fuimos a ver a la vaquilla, pero yo no pude ir porque vino toda mi familia a comer. Luego me bajé a la procesión de la Virgen de la Salud y estuvimos viendo la alborada que estuvo muy bonita.
María Rocamora.