CELEBRACIÓN DEL DÍA DE TODOS LOS SANTOS.
ESPECIAL DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO.
Fieles al propósito de dignificar y mantener las tradiciones
de las personas mayores, desde la Escuela de Mayores de la Mancomunidad La Vega
hemos aprovechado la festividad del 1 de noviembre, día de Todos los Santos,
para conocer una tradición muy parecida a la nuestra: La del Día de Muertos que
se celebra en las mismas fechas en México.
Gracias a esta actividad, las personas participantes en
nuestra Escuela han podido conocer una cultura nueva, aprender tradiciones
nuevas, trabajar la memoria histórica o biográfica y estimular la curiosidad y
el saber por parte de su sistema cognitivo.
¿Por qué hemos elegido este año trabajar la tradición
del Día de Muertos de México?
Por ser muy similar a nuestra tradición, combinando aspectos
coloridos y folklóricos desconocidos para nosotros pero muy interesantes desde
el aspecto sociocultural.
En el siglo XVI los españoles llevaron a Latinoamérica la
celebración católica del “Día de los fieles difuntos”, y ésta se mezcló con los
rituales indígenas prehispánicos de honrar a los muertos, dando lugar a una
tradición arraigada y bonita.
Concretamente en México, la muerte se representa por
calaveras pintadas de colores brillantes y alegres, formando “calacas” o
“catrinas”, creadas en el siglo pasado por el dibujante José Guadalupe Posada.
En México, el primero de noviembre está dedicado
especialmente a los espíritus de los niños fallecidos (“día de los angelitos”)
mientras que el día 2 es el turno de los fallecidos adultos.
La gente comienza la celebración con el arreglo de los
altares en honor a las personas difuntas de su familia, bien en sus casas o en
los cementerios. Estos altares son únicos y personalizados para cada persona
fallecida. Se les coloca su fotografía, sus comidas favoritas, flores, velas,
agua, dulces e incienso.
Alrededor de los altares se colocan plantas o pétalos de una
flor amarilla que servirá, según la creencia, para indicar el camino a los
difuntos en su regreso terrenal durante esas horas. La flor se llama en lengua
prehispánica “Cempasúchil”, utilizada por los antiguos indígenas desde hace
muchas generaciones.
El incienso de copal atrae a los muertos, las velas iluminan
su camino y la sal y el agua ayudan a purificarlos.
Además, en los cementerios se organizan fiestas con música,
picnics y otras celebraciones para festejar el reencuentro por muy poco tiempo
con los familiares difuntos.
Otra tradición mexicana es cocinar o consumir “Pan de
muerto”, un pan dulce decorado con huesos cruzados o una calavera y
espolvoreado con azúcar.
Actividad en la Escuela de Mayores
A través de fotografías, relatos y un audiovisual pudimos
acercarnos a esta tradición en las Escuelas de mayores, incluso oliendo el incienso
de copal que llevamos con ese propósito.
Y para completar la actividad, pudimos diseñar nuestras
propias manualidades de calaveras, potenciando la creatividad artística de
nuestros/as participantes y acercándonos un poco más a culturas del otro lado
del océano.
Un día especial, con actividades especiales, que han hecho
disfrutar a nuestros/as mayores.
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