La sexualidad forma parte de quienes y cómo somos desde que nacemos
hasta que morimos, nos acompaña toda la vida ya que es
una parte normal, saludable y natural de quienes somos a través de cada etapa
de la vida. Nuestra sexualidad no sólo incluye el comportamiento sexual;
también el género, los cuerpos y cómo funcionan, y nuestros valores, actitudes,
conocimientos y sentimientos de la vida, el amor y la gente en nuestras vidas…
Ciertos mitos de esta sociedad nos hacen pensar que el sexo termina a
los 50 años de edad, siendo esto un rumor más que falso. Las personas mayores
(en su mayoría) tienen deseo sexual, siguen siendo sexys e incluso practican el
sexo con ellas mismas.

El pasado lunes 25 de octubre, comenzamos con las charlas sobre
sexualidad en la tercera edad, desmitificando ciertas creencias bastante
falsas, como la idea de que las personas mayores son frágiles y el deseo sexual
puede dañar su salud. Más allá de lo falso que es este pensamiento, estudios
demuestran que el sexo en edades avanzadas puede contribuir a una mejor calidad
de vida y salud. Nos ayuda con la memoria, nos aporta hormonas de la felicidad,
nos mantiene activas y activos, fomenta nuestra autoestima, etc.
¿Qué sucede con las personas que han enviudado? Tradicionalmente
entendemos el sexo como sinónimo inseparable del coito (la penetración) entre
hombres y mujeres, pero, como hablamos en nuestros talleres, el sexo va mucho
más allá; son caricias, son besos, es escuchar una canción, es autoconocer
nuestro cuerpo… La penetración no es la única fórmula mágica del sexo. La
autoexploración genital ha estado muy vetada en personas mayores durante muchos
años, pues bien, tenemos una buena noticia: Nunca es tarde. Conocernos a
nosotras y a nosotros mismos incrementa el placer sexual, nos hace más
independientes y, desde luego, no es una práctica que debería castigarse en las
personas mayores.
Pero, es cierto, que se sufren varios cambios. Con el paso del tiempo
las mujeres comienzan a vivir la menopausia, algo que, en muchas ocasiones,
interrumpe el deseo sexual (existe menos lubricación, las hormonas se
descontrolan…) Pero, noticia (¡notición!) para estas mujeres: El clítoris
(órgano destinado únicamente al placer sexual) crece. ¿Qué significa esto? A
más grande nuestro clítoris, más terminaciones nerviosas para sentir el placer.
Es decir: acudamos a la farmacia, pidamos un lubricante adecuado y disfrutemos
de esta naturaleza favorecedora que las mujeres experimentan con la edad.
Por parte de los hombres, algunos, comienzan con la andropausia
(pierden la erección) pero como ya hemos comentado, el sexo no depende de la
erección del hombre; existen múltiples e infinitas formas de complacer a
nuestro deseo sexual, solo hay que echarle un poco de imaginación e
información.

El consumo de medicación también puede afectar a nuestro deseo sexual
y como bien dice nuestra sexóloga Mari Ángeles, “vivimos en una sociedad muy
drogadicta, en cuanto a drogas legales nos referimos”. Todo lo solucionamos con
una pastilla, sin tener en cuenta los posibles efectos secundarios.
Por y para ello, estas charlas
que estamos ofreciendo desde la Mancomunidad: queremos que disfrutéis, pues después
de toda la vida que habéis soportado en la espalda, es hora de deshacernos de
tabúes y prejuicios, de poder ser libres, conoceros, experimentar…
No es fácil encontrar espacios donde poder expresarnos como queramos
sin ser juzgadas o juzgados. Un espacio donde aclarar dudas, donde todo es
respetable y lo que es aún más importante: creamos comunidad. Una comunidad
familiar, en la que poder reír, expresarse e incluso llorar si es lo que
necesitamos.

Os invitamos a conocernos, las puertas están siempre más que abiertas
para cualquier persona que tenga curiosidad. ¡Las Escuelas de Mayores están
abiertas!