Estos son algunos de los recuerdos de las navidades de hace unos pocos años, cuando nuestras chicas del grupo de Redován eran niñas....
NAVIDADES LEJANAS por Josefa Galiana
Recordando la navidad de unos cuantos años atrás, la mañana
de nochebuena nos juntábamos los vecinos para recoger la leña que había a las
afueras del pueblo, para encender la cocina.
En seguida, las madres preparaban el puchero de café malta
para desayunar, una buena taza de sopa que daba la vida y a esperar al medio
día los seis hermanos, hasta que mis padres mataban al pavo.
Llegaba la cena de nochebuena y se preparaba la mesa para
cenar un guisado de albóndigas, un buen plato de olivas partidas, rebanadas de
pan tostado con aceite y sal.
Se bendecía la mesa y se rezaba el padre nuestro todos
juntos. Después se pasaba el postre que era una bandeja de higos secos y
almendras; estaba todo delicioso.
Mi madre nos cantaba los villancicos con una voz preciosa
antes de irnos a la misa del gallo, todos juntos.
Después de misa, nos preparaba una taza de chocolate con pan
tostado y nos quedábamos alrededor del fuego hasta que nos acostábamos.
No teníamos la abundancia de hoy, pero para nosotros que
éramos unos niños y teníamos tanta ilusión por la navidad, todo lo que hacíamos
y preparábamos ese día era una gran fiesta, que durante muchos años mis
hermanos y yo celebramos con nuestros padres.
Josefa Galiana (Redován)
LA NAVIDAD DE MI INFANCIA, por Conchi Martínez
En casa era donde cada navidad mis padres, con mis tíos y
primos y la abuela que vivía con nosotros, nos reuníamos para celebrarlas.
Ellos criaban para esas fechas un cerdo y unpavo, mi madre días antes hacía
dulces navideños.
Los preparativos y aquellas reuniones familiares son uno de
los recuerdos más entrañables de mi vida, que siempre llevaré con mucho cariño
en mi corazón.
Esas cenas y comidas, las risas, cantar villancicos, tocar
las panderetas, nos hacían sentir en paz y armonía con todos y sobre todo con
Dios.
No debo olvidar la parte religiosa que mis padres siempre
nos enseñaron, ir a la misa de nochebuena y besar al niño, y al salir no
faltaba una taza de chocolate con mona.
Antes de irnos a dormir colgábamos unos calcetines en la
chimenea, dejábamos unos dulces para sus Majestades los Reyes Magos y agua y
paja para sus camellos. Y ellos siempre nos traían caramelos.
Recuerdo con nostalgia y alegría aquellas inolvidables
navidades con toda mi familia en el campo lleno de árboles, flores y un cielo
azul precioso, los sueños e ilusiones nos abrazaban sin necesitar nada más para
ser felices.
Conchi Martinez.
NAVIDAD, por Vicenta (Redován)
Cuando yo era pequeña mis tías y primos venían a casa a
pasar la nochebuena. Mi madre hacía guisado de pollo para cenar. Luego sacaba
mantecados y castañas. Los más peuqeños íbamos de casa en casa tocando la
pandereta y cantando.
Al otro día mi madre nos ponía limpios a los tres e íbamos
por la orilla de la carretera a pedir el aguinaldo a mis padrinos. Vivíamos a
las afueras de Rdován. Volvíamos tiritando de frío pero contentos porque nos
dieron un real a cada uno, y era para nosotros un dineral, porque en aquellos
tiempos había mucha necesidad.
Vicenta.
LA NAVIDAD, por Mari Carmen Rufete (Redován)
La navidad empieza el 24 de diciembre, “noche Buena”, para
mí es un día inolvidable porque nació un hijo mío. Es la conmemoración más
feliz de mi vida. Comí turrón y bebí sidra y también nos cantó la tuna villancicos.
Además, es alegre y bonita, se ven las calles llenas de
luces, con los árboles adornados y los belenes puestos en todas partes.
La navidad es tiempo de paz, alegría y felicidad en la
tierra, por lo pronto son fechas muy especiales para mi familia.
M Carmen Rufete.
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