Nos casamos mi
marido y yo, muy enamorados y queriéndonos mucho. Ha sido el único hombre de mi
vida. En el 65 tuvimos a nuestro primer hijo y se llama Jose Antonio Vegara
(primer nieto paterno y materno).
A los tres
años nace el segundo hijo, llamado Alejandro. Todos estábamos muy contentos,
pero su hermano se alegró tanto que sólo llegar del hospital y dejarlo en la cuna entró con un
vaso de agua para que bebiera, ¡si me descuido me lo moja todo! Se salía a la
calle y a todo el que pasaba le decía ¡tengo un hermanito!
A los seis
años nace mi hija, se llama Ana. Estaba tan hermosa y era tan grande la alegría
que me daba miedo.
¡Pero qué
sorpresa!, a los catorce meses nace mi cuarto hijo, se llama Roberto. Todo el
que lo veía me decía ¡qué bonico! y con
los mayores me decían ¡qué hermosos!
Tengo cuatro
amores muy guapos y así fueron pasando días y los mayores iban al colegio y los
pequeños a la guardería.
Más tarde
fueron a Santo Domingo, este colegio les fue muy bien, todos saben más o menos
inglés, bastante de informática y administrativo.
Mi hijo mayor
estuvo en la universidad. Es licenciado en Económicas , con un Master en
Economía Bancaria y Diplomado en Asesor Fiscal.
Hoy, por
suerte, todos mis hijos están trabajando.
Somos una
familia muy unida, nos queremos mucho y mis hijos está muy pendientes de mí.
¡Qué contento
estaría mi marido de ver esta familia que tenemos tan unida!
JOSEFINA
NAVARRO
Los hijos son
una bendición, pero también dan mucho sufrimiento. EL AMOR DE UNA MADRE ES INCONDICIONAL.
Mis hijos han
sido muy trabajadores y han valorado mucho lo que hemos hecho por ellos.
Mi hijo con
veintidós años terminó la carrera de derecho y empezó a trabajar casi sin
recursos.
Me siento muy
orgullosa de ellos. De no haber perdido a mi hija Faviola sería la madre más
feliz del mundo con lo poquito que tengo, pero se que ella desde el cielo
también nos cuida y protege.
VICENTA ESCUDERO
Lo mejor que
me ha pasado en mi vida es haber tenido cuatro hijos, pues he tenido la suerte
de que son maravillosos y de los cuales me siento muy orgullosa de ser su
madre.
También de mí
piensan que soy una madre de la cual se sienten muy satisfechos.
Según ellos,
en los años difíciles estuve a la altura de las circunstancias.
GLORIA SALA
Tengo tres
hijos que son muy buenas personas. Han sido buenos estudiantes, tienen sus
carreras y dos de ellos trabajan en lo suyo.
Uno de ellos
vive en Orihuela, otro en Torrevieja y el pequeño vive aquí en San Miguel, de
momento, porque en el mes de enero se va a Madrid a trabajar de funcionario en
el Ayuntamiento.
MARÍA
SÁNCHEZ
Los hijos son
muy amados, dan alegría y tristeza.
Tengo siete
hijos y el cariño que siento por ellos no se puede diferenciar, a todos se
quieren por igual.
CARMEN
VILLENA
Cuando hace
cuarenta y seis años hice mi familia nunca pensé que uno más uno se
convertirían en quince.
He tenido
cuatro hijos y han sido años duros donde no teníamos ni lavadora, ni pañales,
ni guardería. Les tuve que decir muchas veces que no a muchas cosas con todo mi
dolor, pero lo que no les faltó fue mi amor.
No sé si hice
bien o mal, pero también es verdad que al igual que yo estuve con ellos, ellos
han estado a mi lado cuando los he necesitado.
Cuarenta y
seis años después, orgullosa puedo decir que uno más uno se han convertido en
quince.
Cada día
festivo cuando nos reunimos, hablamos de lo vivido, de lo bueno y malo, pero lo
mejor es que estamos todos unidos.
Le doy gracias
a mis hijos.
LOLI
VALERO
Los hijos son
una bendición de Dios.
Para el
matrimonio es un cúmulo de alegría, desde que se engendran, la primera
mamantada, el primer diente, los primeros pasos…
Tú quieres
colocarlos en la vida con un nivel más alto que el tuyo, pero ellos tienen la
cabeza llena de pájaros y no atienden a razones. Cuando pasan esa etapa vuelven
y te dicen que tienes razón y que se van a labrar un porvenir y cuando los ves
centrados te tranquilizas y tú contenta de verlos situados en la vida.
ENCARNA
VEGARA
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