El domingo 5 de mayo celebramos el "Día de la Madre." Mi madre siempre ha sido y seguirá siendo muy importante para mí y aunque ya no esté presente, yo siempre la llevaré en mi corazón.
Esta carta es mi pequeño obsequio para tí y allá donde estés quiero que sepas que siempre formarás partes de mi vida.
Mí querida mamá:
Espero
que donde estés, te encuentres ya muy tranquila, sin agobios ni
preocupaciones. Tú eras tan buena que sufrías por todos, y si hubieses tenido
poder hubieras arreglado el mundo, pero no podías.
Te fuiste muy joven, hace ya
muchos años, y como tú querías, sin dar trabajo a nadie, y de repente.
Yo me quedé con mis dos hijos pequeños, pero que tu
adorabas. El menor apenas te recuerda, sólo tenía 3 años, el mayor 10 y el, si
que recuerda lo unidos que estabais los dos, lo que os queríais, y siempre
recordó con mucho cariño a la mama María.
Y yo me quedé sin ti, con muchas responsabilidades y
agobios. Se me había ido la persona más importante de mi vida, la que me
ayudaba a cuidar de mis hijos para que yo pudiera trabajar, la que me daba
consejos, la que siempre me contaba cosas, me escuchaba, y me hacia sentir que
no estaba sola.
A partir de ese momento ya supe lo que era la soledad, la
falta que tu me hacías, y siempre me acordé de ti y te eché mucho de menos,
hasta el día de hoy.
Quiero darte las gracias por todo lo que hiciste por mí, por
cuidarme, por ser como eras.
También te pido perdón
si alguna vez algo no te gustó de mí. Y ya para terminar te digo que
siempre te quise, te quiero, y siempre te querré, por ser tan buena y mi
querida madre.
Con cariño te deseo que estés descansando en paz, y mi
corazón te dice, te quiero mucho mamá.
Herminia Marcos Medina (Redován)
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